Seguro que has oído hablar maravillas de las luces LED. Que si consumen menos, que si duran más… ¡y es todo cierto! La iluminación LED ha llegado para quedarse y transformar la forma en que iluminamos nuestros hogares y negocios. En esta guía te contamos qué son, por qué son tan geniales y cómo elegir las más adecuadas para ti. ¡Prepárate para ver la luz de otra manera!
¿Qué son exactamente las luces LED y cómo funcionan?
LED son las siglas en inglés de Light Emitting Diode, que en español significa Diodo Emisor de Luz. A diferencia de las bombillas incandescentes tradicionales que usan un filamento que se calienta, o las fluorescentes que usan gas, los LED funcionan de una manera mucho más sofisticada y eficiente.
El secreto del diodo emisor de luz
Un diodo es un componente electrónico semiconductor que permite el paso de la corriente eléctrica en una sola dirección. En un LED, cuando la electricidad pasa a través de este material semiconductor, los electrones liberan energía en forma de fotones, que son las partículas de luz. No hay filamentos que se quemen ni gases que se agoten. Es un proceso electrónico directo que convierte la electricidad en luz de forma muy eficiente.
De la señal luminosa a la iluminación general: la evolución del LED
Al principio, los LED se usaban principalmente como pequeñas luces indicadoras en aparatos electrónicos, ¿recuerdas ese puntito rojo de la tele en standby? Con los avances tecnológicos, se consiguió aumentar su potencia lumínica y desarrollar LED de luz blanca, lo que abrió la puerta a su uso en la iluminación general, revolucionando por completo los sistemas de iluminación.
Ventajas de pasarse a la iluminación LED
Cambiar tus viejas bombillas por luces LED no es solo una moda, es una decisión inteligente con un montón de ventajas.
Ahorro energético: menos consumo, misma luz
Esta es quizás su ventaja más conocida. Las luces LED consumen hasta un 80-90% menos de energía que las bombillas incandescentes y un porcentaje significativo menos que las halógenas o fluorescentes para producir la misma cantidad de luz. Esto se traduce directamente en una factura de la luz más baja.
Cuida tu bolsillo
Instalar luces LED es una buena manera de ahorrar en tu factura, pero ¿tu tarifa es la más adecuada para tu consumo? Pásate a una tarifa de luz con ahorro y vive más tranquilo. Nosotros te ayudamos a encontrar la tarifa perfecta. ¡Llámanos ahora!
Larga vida útil: olvídate de cambiar bombillas constantemente
Una bombilla LED de calidad puede durar entre 15.000 y 50.000 horas, e incluso más. Compara esto con las 1.000 horas de una incandescente o las 8.000 de una fluorescente compacta. Menos cambios significan menos gasto y menos residuos.
Luz de calidad y encendido instantáneo
Las luces LED ofrecen una luz nítida y de buena calidad, con diferentes tonalidades para adaptarse a cada ambiente. Además, alcanzan el 100% de su luminosidad de forma instantánea, sin parpadeos ni tiempos de espera, a diferencia de algunas bombillas de bajo consumo antiguas.
Mayor seguridad: menos calor y sin mercurio
Las bombillas LED apenas generan calor, ya que la mayor parte de la energía se convierte en luz y no en calor residual. Esto las hace más seguras al tacto y reduce el riesgo de incendio. Además, no contienen mercurio ni otros materiales tóxicos, a diferencia de las fluorescentes, lo que las hace más seguras para tu hogar y para el medio ambiente.
Versatilidad de diseños y colores
La tecnología LED permite una gran flexibilidad en cuanto a formas, tamaños y colores. Desde bombillas que imitan a las tradicionales hasta tiras flexibles, paneles ultrafinos o luces de colores RGB que puedes controlar con el móvil.
Respetuosas con el medio ambiente
Gracias a su bajo consumo, larga duración y ausencia de materiales peligrosos, las luces LED son la opción de iluminación más ecológica disponible actualmente.
Tipos de luces LED
La tecnología LED se ha adaptado a prácticamente todos los formatos de iluminación que conocemos.
Bombillas LED: reemplazo directo para tus viejas lámparas
Son el reemplazo más común. Vienen con los mismos casquillos que las bombillas tradicionales (E27 rosca gorda, E14 rosca fina, GU10 para focos halógenos, MR16, etc.), lo que facilita enormemente la transición. Simplemente desenroscas la vieja y enroscas la nueva LED.
Tubos LED: adiós a los fluorescentes
Los tubos LED sustituyen a los antiguos tubos fluorescentes de cocinas, garajes u oficinas. Ofrecen encendido instantáneo, no parpadean y consumen mucho menos. Algunos requieren eliminar la reactancia y el cebador del antiguo fluorescente.
Tiras LED: flexibilidad para decorar e iluminar
Son cintas flexibles con pequeños LED soldados en su superficie. Perfectas para iluminación decorativa, bajo muebles, en cornisas, estanterías o para crear ambientes. Pueden ser de un solo color o RGB para cambiar de color.
Paneles LED: iluminación uniforme para techos
Son placas delgadas que emiten una luz muy uniforme y difusa. Ideales para techos de oficinas, cocinas o comercios, sustituyendo a las antiguas pantallas de fluorescentes.
Focos y proyectores LED: para interior y iluminación exterior
Para iluminar puntos concretos, destacar objetos o para la iluminación de jardines, fachadas o zonas amplias. Son potentes y muy resistentes.
Downlights LED empotrables
Son los típicos focos empotrados en el techo, muy comunes en pasillos, baños y cocinas. Los modelos LED son mucho más eficientes y duraderos que los antiguos halógenos.
Claves para elegir la luz LED perfecta: lúmenes, kelvin y más
Comprar una luz LED puede parecer confuso al principio con tantos datos en la caja. Aquí te explicamos los más importantes.
Lúmenes (lm) en lugar de vatios (W): la verdadera medida de la luz
Olvídate de los vatios como medida de cuánta luz da una bombilla. Los vatios indican el consumo de energía. La cantidad de luz se mide en lúmenes (lm). A más lúmenes, más luz. Fíjate en los lúmenes para comparar la luminosidad entre diferentes bombillas LED.
Temperatura de color (K): luz cálida, neutra o fría para cada ambiente
La temperatura de color se mide en grados Kelvin (K) e indica el tono de la luz blanca:
- Luz cálida (2700K-3000K): similar a la luz de las bombillas incandescentes, amarillenta. Crea ambientes acogedores, ideal para salones, dormitorios o zonas de descanso.
- Luz neutra (4000K-4500K): una luz blanca más natural, parecida a la luz del día. Buena para cocinas, baños, estudios o zonas de trabajo donde se necesita buena visibilidad sin alterar los colores.
- Luz fría (5000K-6500K): una luz muy blanca, incluso azulada. Estimulante, se usa en garajes, trasteros, zonas industriales o donde se requiera una sensación de mayor luminosidad y alerta.
Índice de Reproducción Cromática (CRI): la fidelidad de los colores
El CRI indica la capacidad de una fuente de luz para reproducir los colores de los objetos de forma fiel, en comparación con la luz natural. Se mide en una escala de 0 a 100. Un CRI superior a 80 es bueno para la mayoría de los usos domésticos. Para tiendas de ropa, estudios de arte o lugares donde la fidelidad del color es crítica, se busca un CRI de 90 o más.
Ángulo de apertura de la luz: concentrada o difusa
El ángulo de apertura indica cómo se distribuye la luz. Un ángulo pequeño, por ejemplo, de 30 o 40 grados da una luz más concentrada, ideal para destacar objetos. Un ángulo grande, de 120 grados o más da una luz más difusa y general.
¿Necesitas que sea regulable? Compatibilidad con interruptores de intensidad
No todas las bombillas LED son regulables o dimables. Si quieres controlar la intensidad de la luz, asegúrate de que tanto la bombilla como el regulador (dimmer) sean compatibles con tecnología LED. Te contamos más sobre este tema en nuestro posto sobre los interruptores eléctricos.
Instalación y consideraciones al usar luces LED
Aunque el cambio a LED suele ser sencillo, hay algunas cosas a tener en cuenta.
Reemplazo directo: ¿es tan fácil como parece?
En la mayoría de los casos, sí. Si la bombilla LED tiene el mismo tipo de casquillo que la antigua, simplemente es quitar una y poner la otra. No obstante, lee siempre las instrucciones del fabricante.
Compatibilidad con transformadores antiguos
Si vas a sustituir bombillas halógenas dicroicas de 12V por LED de 12V, puede que necesites cambiar también el transformador. Los transformadores antiguos para halógenas pueden no ser compatibles con el bajo consumo de los LED, causando parpadeos o un mal funcionamiento. Existen transformadores específicos para LED.
Calidad del LED: no todas las luces LED son iguales
Como en todo, hay diferentes calidades. Una bombilla LED muy barata de marca desconocida puede no ofrecer la misma durabilidad, calidad de luz o eficiencia que una de una marca reconocida. A veces, lo barato sale caro a largo plazo.
Preguntas frecuentes sobre luces LED
¿Las luces LED son más caras que otras bombillas?
▲El precio inicial de una bombilla LED suele ser más alto que el de una incandescente o halógena. Sin embargo, debido a su enorme ahorro energético y su larguísima vida útil, el coste total a lo largo del tiempo es mucho menor. Es una inversión que se amortiza rápidamente.
¿Cuánto duran realmente las luces LED?
▼Una bombilla LED de buena calidad puede durar entre 15.000 y 50.000 horas. Esto depende del fabricante, la calidad de los componentes y las condiciones de uso. Si la usas unas 3 horas al día, ¡podría durarte más de 15 años!
¿Puedo usar luces LED con mis lámparas antiguas?
▼Sí, en la mayoría de los casos. Mientras el casquillo de la bombilla LED sea el mismo que el de tu lámpara (E27, E14, GU10, etc.), podrás usarla sin problemas. Solo ten cuidado con lámparas muy cerradas que no permitan la disipación del poco calor que generan los LED, o con los transformadores si son de 12V.
¿Las luces LED parpadean?
▼Las luces LED de buena calidad no deberían parpadear. Si una luz LED parpadea, puede deberse a que es de baja calidad, a una incompatibilidad con un dimmer no apto para LED, o a problemas con el transformador en el caso de LED de 12V.
¿Cómo reciclo las bombillas LED?
▼Aunque no contienen mercurio, las bombillas LED tienen componentes electrónicos que deben ser reciclados correctamente. No las tires a la basura normal. Llévalas a un punto limpio o a tiendas que recojan residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).