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Elementos del sistema eléctrico 5 de junio de 2025

Cámara termográfica: tu aliada para un sistema eléctrico seguro

Redacción Redacción
Última actualización Actualización: 5 de junio de 2025
En pocas palabras

¿Sabías que muchos problemas eléctricos avisan con calor antes de fallar? Una cámara termográfica es una herramienta increíble que nos permite ver ese calor invisible y adelantarnos a averías costosas o peligrosas. En este artículo, te explicamos qué son, cómo funcionan y por qué son tan valiosas para el mantenimiento de tus instalaciones eléctricas.

¿Qué es exactamente una cámara termográfica y cómo funciona?

Imagina tener unos ojos especiales capaces de ver el calor que emiten los objetos. Pues bien, eso es básicamente lo que hace una cámara termográfica. No es una cámara de fotos normal, sino un dispositivo mucho más sofisticado.

Viendo lo invisible: la radiación infrarroja

Todos los objetos que tienen una temperatura por encima del cero absoluto, es decir, prácticamente todo lo que nos rodea, emiten energía en forma de radiación infrarroja. Esta radiación es invisible para el ojo humano, pero las cámaras termográficas están diseñadas para detectarla.

La cámara capta esta energía infrarroja y la convierte en una señal electrónica. Luego, procesa esta señal para crear una imagen que podemos ver en una pantalla. Es importante entender que no mide la luz visible, sino el calor.

Del calor a la imagen: el termograma

La imagen que produce una cámara termográfica se llama termograma. Un termograma es un mapa visual de las temperaturas de la superficie de un objeto o una escena. En estas imágenes, diferentes temperaturas se representan con diferentes colores o tonos de gris.

Generalmente, los colores más brillantes como el rojo, naranja o amarillo indican zonas más calientes, mientras que los colores más oscuros como el azul o el violeta representan zonas más frías. Esto permite identificar rápidamente puntos anómalos de temperatura.

Aplicaciones clave de las cámaras termográficas en instalaciones eléctricas

En el mundo de las instalaciones eléctricas, las cámaras termográficas son como un médico que puede diagnosticar problemas sin necesidad de operar. Sus usos son variados y muy valiosos.

Detectando puntos calientes: el enemigo silencioso

Uno de los usos más importantes es la detección de puntos calientes. Una conexión eléctrica floja, un componente sobrecargado, un fusible defectuoso o un desequilibrio de fases pueden generar un exceso de calor. Este calor es a menudo el primer síntoma de un problema que, si no se detecta a tiempo, puede llevar a una avería grave, una interrupción del suministro o incluso un incendio.

La termografía permite localizar estos puntos calientes de forma rápida y precisa, incluso en componentes que parecen estar bien a simple vista. De hecho, es una herramienta muy útil durante una auditoría de instalaciones eléctricas.

Mantenimiento predictivo: adelantarse a los problemas

La termografía es una pieza fundamental del mantenimiento predictivo eléctrico. En lugar de esperar a que algo falle para repararlo, lo que se conoce como mantenimiento correctivo, o cambiar piezas según un calendario fijo, que es el mantenimiento preventivo, el mantenimiento predictivo utiliza herramientas como las cámaras termográficas para monitorizar el estado de los equipos y predecir cuándo van a necesitar atención.

Esto permite planificar las reparaciones en momentos oportunos, minimizando el impacto en la operatividad y evitando paradas inesperadas. Un buen plan de mantenimiento de instalaciones eléctrica debería considerar la termografía.

Verificación de reparaciones: asegurando que todo está bien

Después de realizar una reparación en un componente que presentaba sobrecalentamiento, la cámara termográfica es ideal para verificar que el problema se ha solucionado correctamente. Una nueva inspección termográfica puede confirmar si la temperatura ha vuelto a niveles normales o si todavía existe algún problema residual.

Eficiencia energética: identificando pérdidas

Aunque su fuerte en nuestro campo es la detección de fallos eléctricos, las cámaras termográficas también pueden ayudar a identificar puntos donde se está perdiendo energía en forma de calor, como aislamientos defectuosos en edificios o equipos. No obstante, nuestro enfoque principal aquí es su aplicación eléctrica.

Ventajas de usar la termografía en el mantenimiento eléctrico

Incorporar la termografía en las rutinas de mantenimiento ofrece múltiples beneficios:

  • Inspección sin contacto y segura: el técnico no necesita tocar ningún componente eléctrico energizado, lo que reduce significativamente el riesgo de accidentes.
  • Rápida y eficiente: se pueden inspeccionar grandes áreas y numerosos componentes en poco tiempo, sin necesidad de desmontar equipos.
  • No intrusiva: en la mayoría de los casos, las inspecciones se pueden realizar con los equipos en funcionamiento normal, evitando costosas paradas de producción o interrupciones del servicio.
  • Detección temprana de fallos: permite identificar problemas en sus etapas iniciales, antes de que se conviertan en averías graves y caras. Esto es crucial para evitar una sobrecarga eléctrica o un cortocircuito eléctrico.
  • Ahorro de costes a largo plazo: al prevenir fallos mayores, se reducen los costes de reparación, se evitan pérdidas por paradas no planificadas y se alarga la vida útil de los equipos.
  • Documentación visual: los termogramas proporcionan un registro visual claro del estado de los componentes, facilitando el seguimiento y la toma de decisiones.

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¿Qué debes buscar al elegir o contratar un servicio de termografía?

No todas las inspecciones termográficas son iguales. Para obtener resultados fiables y útiles, hay que tener en cuenta varios factores.

La calidad de la cámara importa

Existen muchos modelos de cámaras termográficas, con diferentes características. Dos de las más importantes son la resolución del sensor, que determina el nivel de detalle de la imagen, y la sensibilidad térmica, que es la capacidad de la cámara para detectar pequeñas diferencias de temperatura. Una cámara de mayor calidad proporcionará imágenes más claras y mediciones más precisas.

Tener una buena cámara no es suficiente. El técnico que realiza la inspección debe tener formación y experiencia no solo en el manejo del equipo, sino también en la interpretación de los termogramas y, fundamentalmente, en instalaciones eléctricas. Saber distinguir un punto caliente problemático de una variación normal de temperatura requiere conocimiento y criterio.

El informe termográfico: más que una simple foto

Un buen informe termográfico no se limita a mostrar las imágenes. Debe incluir un análisis detallado de los hallazgos, la identificación de los problemas, una evaluación de su gravedad y recomendaciones claras sobre las acciones a tomar. Debe ser una herramienta útil para la toma de decisiones.

Limitaciones y consideraciones al usar cámaras termográficas

Aunque son herramientas muy potentes, las cámaras termográficas también tienen sus limitaciones y aspectos a considerar para una correcta interpretación:

  • Solo miden temperaturas superficiales: no pueden ver el interior de objetos sólidos ni a través de paredes.
  • Emisividad de los materiales: la capacidad de un material para emitir energía infrarroja afecta la medición. Las superficies brillantes o metálicas pueden reflejar la radiación de otros objetos, dando lecturas incorrectas si no se ajusta la emisividad en la cámara.
  • Condiciones ambientales: el viento, la lluvia, la luz solar directa o grandes variaciones de temperatura ambiente pueden influir en las mediciones.
  • Necesidad de carga eléctrica: para detectar problemas de sobrecalentamiento en sistemas eléctricos, estos deben estar en funcionamiento y bajo una carga eléctrica significativa. Un circuito sin carga o con muy poca carga no mostrará problemas de calentamiento.

Preguntas frecuentes sobre cámaras termográficas

¿Es cara una inspección termográfica profesional?

El coste de una inspección termográfica puede variar según el tamaño y la complejidad de la instalación, así como el nivel de detalle del informe. Sin embargo, suele considerarse una inversión muy rentable si se compara con los costes de una avería grave, una parada de producción o un incendio.

¿Con qué frecuencia se debe hacer una termografía en una instalación eléctrica?

La frecuencia recomendada depende del tipo de instalación, su criticidad, la antigüedad y el historial de mantenimiento. Para instalaciones críticas, puede ser anual o incluso semestral. Para otras, cada dos o tres años puede ser suficiente. Un profesional puede asesorarte sobre la frecuencia adecuada.

¿Puede una cámara termográfica ver a través de los objetos o paredes?

No, las cámaras termográficas no pueden ver a través de objetos sólidos opacos como paredes o carcasas metálicas cerradas. Miden la temperatura de la superficie de los objetos. Si un problema interno genera suficiente calor como para calentar la superficie exterior, entonces sí podría detectarse.

¿Cualquiera puede usar una cámara termográfica e interpretar los resultados?

Manejar una cámara termográfica moderna puede parecer sencillo, pero interpretar correctamente los termogramas y diagnosticar problemas eléctricos requiere formación específica en termografía y profundos conocimientos de electricidad. Una mala interpretación puede llevar a diagnósticos erróneos.

¿La termografía solo sirve para problemas eléctricos?

No, la termografía tiene muchísimas aplicaciones en diferentes campos, como la construcción para detectar humedades o fugas de aislamiento, la medicina, la veterinaria, la industria para el control de procesos, la seguridad y vigilancia, entre otros. Sin embargo, en este artículo nos hemos centrado en sus valiosas aplicaciones para el mantenimiento de instalaciones eléctricas.