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Elementos del sistema eléctrico 4 de junio de 2025

Cableado eléctrico: guía completa de tipos, colores y usos

Redacción Redacción
Última actualización Actualización: 4 de junio de 2025
En pocas palabras

Los cables eléctricos son las venas de cualquier instalación, pero ¿sabes realmente qué son o cómo distinguirlos? Esta guía te ayudará a entender sus secretos, desde los materiales hasta los colores, para que sepas cuál necesitas y cómo garantizan tu seguridad. ¡Acompáñanos en este recorrido!

¿Qué es exactamente un cable eléctrico?

Un cable eléctrico es mucho más que un trozo de metal. Es un componente diseñado con precisión para transportar la energía eléctrica de un punto a otro de forma segura y eficiente. Para entenderlo bien, veamos sus partes fundamentales.

Las partes de un cable: alma conductora, aislamiento y cubierta

Un cable típico se compone de varias capas, cada una con una función específica.

  • Alma conductora: es el corazón del cable, la parte que realmente transporta la electricidad. Generalmente está hecha de cobre, por su excelente conductividad y flexibilidad, o de aluminio, más ligero y económico, aunque menos conductor. El alma puede ser un único hilo sólido, lo que lo hace más rígido, o estar formada por muchos hilos finos trenzados, lo que le da flexibilidad.
  • Aislamiento: es la capa que recubre el alma conductora. Su misión es vital: impedir que la corriente eléctrica se escape del conductor y entre en contacto con otros cables o personas, evitando cortocircuitos y descargas. Los materiales aislantes más comunes son plásticos como el PVC (policloruro de vinilo), el PE (polietileno) o el XLPE (polietileno reticulado). Cada material tiene propiedades diferentes de resistencia a la temperatura, la humedad o los agentes químicos.
  • Cubierta exterior: algunos cables, especialmente los que van a estar más expuestos o los que contienen varios conductores aislados dentro, tienen una capa protectora adicional llamada cubierta. Esta protege el cable de daños mecánicos, la humedad, el sol u otros factores ambientales. También puede ser de materiales plásticos.

Tipos de cables eléctricos

No todos los cables son iguales. Existe una enorme variedad, cada uno diseñado para una aplicación específica. Clasificarlos ayuda a entender mejor cuál necesitamos en cada situación.

Según su tensión de trabajo

La tensión es la fuerza con la que se mueve la electricidad.

  • Cables de baja tensión: son los que usamos en el día a día, para tensiones de hasta 1000 voltios en corriente alterna. Son los protagonistas de las instalaciones domésticas y comerciales. Puedes leer más sobre este tipo de instalaciones en nuestro artículo sobre baja tensión.
  • Cables de media tensión: se usan para distribuir electricidad desde las subestaciones a los transformadores que luego alimentan las redes de baja tensión. Trabajan con tensiones mayores a 1 kV y hasta unos 36 kV.
  • Cables de alta tensión: transportan grandes cantidades de energía a largas distancias, desde las centrales de generación hasta las subestaciones. Hablamos de tensiones muy elevadas, por encima de los 36 kV.

Para este artículo, nos centraremos principalmente en los cables de baja tensión, que son los que más nos afectan como usuarios.

Según la flexibilidad del conductor

Es la capacidad para doblarse, torcerse o adaptarse a diferentes formas sin romperse, dañarse o perder sus propiedades conductoras.

  • Cables rígidos: tienen un alma conductora formada por un solo alambre. Son menos flexibles pero a veces más fáciles de conectar en ciertos tipos de bornes. Se usan en instalaciones fijas, empotrados en paredes.
  • Cables flexibles: su alma conductora está compuesta por muchos hilos finos. Esto los hace muy manejables, ideales para conexiones de aparatos móviles, alargadores o instalaciones donde se necesite adaptabilidad.

Según el número de conductores internos

Son los elementos metálicos encargados de transportar la corriente eléctrica y les hay de distintas tipologías.

  • Cables unipolares: contienen un solo conductor aislado.
  • Cables multipolares: contienen dos o más conductores aislados dentro de una misma cubierta exterior. Por ejemplo, un cable con fase, neutro y tierra.
  • Mangueras: son cables multipolares, generalmente flexibles, con una cubierta protectora robusta, diseñados para alimentar aparatos o para instalaciones móviles.

Cables especiales para usos concretos

Además de los tipos generales, hay cables diseñados para necesidades muy específicas:

  • Cables libres de halógenos (LSZH): estos cables son muy importantes para la seguridad. En caso de incendio, emiten muy pocos humos tóxicos y no propagan la llama. Son obligatorios en lugares de pública concurrencia como hospitales, escuelas o cines.
  • Cables resistentes al fuego: diseñados para seguir funcionando durante un tiempo determinado incluso en medio de un incendio, asegurando el suministro a servicios críticos como alarmas o sistemas de extracción de humos.
  • Cables para datos: como los cables UTP o FTP para redes informáticas, o los cables coaxiales para televisión. Están diseñados para transmitir señales, no grandes potencias.
  • Cables para electrodomésticos: algunos aparatos como hornos o vitrocerámicas pueden requerir cables con características especiales de resistencia a la temperatura.

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El código de colores en los cables eléctricos

Los colores del aislamiento de los cables no son una elección estética; son un código universal que nos dice la función de cada conductor. Confundirlos puede ser muy peligroso.

El significado vital de cada color en baja tensión

En las instalaciones eléctricas de baja tensión en España y gran parte de Europa, los colores estándar son:

  • Azul claro: este color se reserva para el conductor neutro. El neutro es el cable que permite cerrar el circuito para que la corriente vuelva.
  • Marrón, negro o gris: cualquiera de estos tres colores se utiliza para el conductor de fase. La fase es el cable que trae la tensión desde la red. En una instalación monofásica normal, tendrás una fase. En una trifásica, tendrás tres.
  • Verde y amarillo (bicolor): esta combinación de colores identifica inequívocamente al conductor de protección o toma de tierra. Este cable es crucial para la seguridad, ya que desvía posibles fugas de corriente hacia la tierra, evitando que pasen a través de las personas. La importancia de una correcta puesta a tierra es fundamental.

Es vital respetar este código al realizar cualquier trabajo eléctrico.

¿Y si encuentro cables con colores antiguos?

En instalaciones muy antiguas, es posible encontrar cables con otros códigos de colores, por ejemplo, el neutro de color rojo o la fase de color gris. Si te encuentras con esto, extrema la precaución y, si no estás seguro, llama a un electricista profesional. No asumas nada

La sección del cable: ¿por qué el grosor importa tanto?

La sección de un cable se refiere al área de su alma conductora, y se mide en milímetros cuadrados mm². No es lo mismo un cable fino que uno grueso, y elegir la sección correcta es crucial.

Amperios, potencia y calentamiento: la relación directa

Cuanta más corriente eléctrica medida en amperios pase por un cable, más se calentará. Si un cable es demasiado fino para la corriente que transporta, se sobrecalentará. Esto puede dañar el aislamiento e incluso provocar un incendio. La potencia de los aparatos que conectamos está directamente relacionada con la corriente que demandan.

Cómo elegir la sección adecuada

La elección de la sección adecuada depende de varios factores:

  • La intensidad máxima que va a circular por el cable.
  • La longitud del cable, ya que a mayor longitud, mayor caída de tensión.
  • El tipo de instalación por ejemplo, si va empotrado, al aire, en tubo.
  • La temperatura ambiente.

Existen tablas en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión que indican las secciones mínimas para cada uso y tipo de circuito. Por ejemplo, para enchufes de uso general se suele usar 2,5 mm², para alumbrado 1,5 mm², y para electrodomésticos de gran consumo como hornos o vitrocerámicas, secciones mayores como 6 mm².

Usar un cable con una sección inferior a la necesaria es muy peligroso. Puede llevar a una sobrecarga eléctrica, donde el cable se calienta excesivamente, derritiendo el aislamiento y aumentando drásticamente el riesgo de cortocircuito e incendio.

Consejos para el manejo y mantenimiento seguro de los cables eléctricos

Los cables, aunque robustos, necesitan ciertos cuidados para garantizar su funcionamiento seguro y duradero.

  • No sobrecargues: evita conectar demasiados aparatos de alto consumo a una misma regleta o enchufe.
  • Inspección visual: revisa periódicamente los cables visibles de tus electrodomésticos y alargadores. Busca signos de desgaste, grietas en el aislamiento, o zonas quemadas.
  • Evita daños mecánicos: no pises los cables, no los dobles en ángulos muy cerrados, y no los pases por debajo de alfombras o muebles donde puedan aplastarse.
  • Desenchufa correctamente: nunca tires del cable para desconectar un aparato del enchufe. Sujeta siempre la clavija.
  • Atención a las señales de alarma: si un cable se calienta de forma anormal, huele a quemado, o ves que el aislamiento está dañado, desconecta inmediatamente el aparato y llama a un electricista cualificado. No intentes repararlo tú mismo si no tienes los conocimientos adecuados.

Normativa básica sobre cables eléctricos que debes conocer

El uso y las características de los cables eléctricos están regulados para garantizar la seguridad. La principal referencia en España es el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT). Este reglamento establece, entre muchas otras cosas, los tipos de cables permitidos para cada uso, las secciones mínimas, y los métodos de instalación.

Además, existen normas UNE (Una Norma Española) que especifican las características técnicas y de calidad que deben cumplir los cables eléctricos. Es fundamental utilizar siempre cables que estén certificados y cumplan con estas normativas. Esto te da la garantía de que han pasado controles de calidad y son seguros para su uso.

Preguntas frecuentes sobre cables eléctricos

¿De qué material suelen ser los cables eléctricos más comunes?

El material conductor más común en los cables para instalaciones domésticas y comerciales es el cobre, debido a su alta conductividad eléctrica y buena flexibilidad. El aluminio también se usa, especialmente en líneas de mayor sección por su menor peso, pero es menos habitual en el cableado interno de viviendas.

¿Puedo usar cualquier cable para cualquier cosa?

Definitivamente no. Cada tipo de cable está diseñado para unas condiciones específicas de tensión, corriente, temperatura y entorno. Usar un cable inadecuado puede ser ineficiente en el mejor de los casos, y muy peligroso en el peor, pudiendo causar sobrecalentamientos, cortocircuitos o incendios.

¿Qué significa que un cable sea libre de halógenos?

Un cable libre de halógenos, también conocido como LSZH (Low Smoke Zero Halogen), está fabricado con materiales que, en caso de incendio, emiten una cantidad muy baja de humos y estos no son tóxicos ni corrosivos. Además, no propagan la llama. Son obligatorios en muchos lugares públicos para mejorar la seguridad en caso de evacuación.

¿Cada cuánto tiempo debo revisar los cables de mi casa?

No hay una regla fija, pero es buena práctica hacer una inspección visual de los cables accesibles de electrodomésticos y alargadores al menos una vez al año. Para la instalación fija de la vivienda, si no hay problemas aparentes, se recomienda una revisión por un profesional cada 10 años, o antes si la instalación es muy antigua o se van a hacer reformas importantes.

¿Es peligroso empalmar cables eléctricos?

Sí, realizar empalmes incorrectamente es una de las principales causas de problemas eléctricos, incluyendo sobrecalentamientos e incendios. Si necesitas empalmar cables, debe hacerse utilizando regletas de conexión adecuadas y asegurando un contacto firme y bien aislado. Si no tienes experiencia, es mucho mejor que este trabajo lo realice un electricista cualificado.